The Young Ones es una mítica serie británica de principios de los 80 de la que probablemente nunca habrás oído hablar a no ser que seas británico o catalán. En los inicios de la televisión autonómica catalana, TV3 emitió los doce episodios de sus dos únicas temporadas (y los volvió a emitir una y otra vez hasta la saciedad), al igual que hizo con muchas otras series de la BBC como Doctor Who, Max Headroom, Hotel Fawlty (Fawlty Towers) o El nan roig (Red Dwarf). Me pregunto quién fue el responsable de escoger esta y otras series emitidas por TV3 que marcaron a toda una generación (como Magnum, por ejemplo). Las decisiones de esa o esas personas, de quienes ignoramos nombre y apellidos, seguramente fueron más influyentes que la de muchos consellers de la Generalitat de los que nadie se acuerda ya. Muchos de los jovencitos de entonces aún sufren las secuelas de la sobreexposición a Els Joves, que es como se tradujo la serie en catalán. Hasta hace poco no era extraño encontrarte a alguien que te saludase con un Ei, tius que imitaba la voz del doblaje catalán de Neil, el hippie, seguramente el personaje que caló más hondo entre la tropa, interpretado por Nigel Planer, uno de los cuatro estudiantes universitarios (aunque nunca les vimos ir a clase ni estudiar) que compartían casa y protagonismo en la serie. Los otros protagonistas eran el anarquista Rick (Rik Mayall, fallecido en 2014), el punk desfasado Vyvyan (Adrian Edmodson) y el, no se sabe muy bien, pijo o rocker Mike (Christopher Ryan). Además estaba el loco Balowski, el casero, interpretado por Alexei Sayle quien, de paso interpretaba también a todo el resto de personajes de la familia Balowski. Mención aparte se merecen las intervenciones musicales de grupos de la época (Madness, Motorhead…) que interpretaban un tema integrados en la historia de cada uno de los episodios. Recuerdo especialmente a Madness interpretando Our House en la calle, en su segunda aparición en la serie, con la policía y el ejército interviniendo al final del tema, a los cinco segundos de que los propios componentes del grupo iniciasen unos disturbios. Éramos muy jovencitos, no acabábamos de entender del todo lo que estaba pasando pero nos estábamos preparando para el futuro, cuando tuviésemos edad para experimentar ese tipo de performances por nosotros mismos, en las calles de nuestra ciudad.