Barcelona no se considera tierra volcánica, pero seguramente el Montjuïc es un volcán. Tiene toda la pinta. Además, en su ladera está la Real Societat de Tenis Pompeia, de la que fue conserje Josep Pla. También hubo un grupo de música, Pompeia, que se extinguió misteriosamente.
En el Barrio Gótico de Barcelona estaba el monte Taber, sobre el que los romanos edificaron Barcino. Lo mejor del Gótico se encuentra al entrar en el Centro Excursionista de Cataluña: en el patio, encajadas dentro de la manzana de casas, tres columnas del templo de Augusto. ¡Tachán! Es como si la manzana de casas se hubiera comido al templo y todavía tuviera el esqueleto en la barriga.
Si trazas una línea entre el club de tenis Pompeia, el lugar en el que el grupo Pompeia ensayó por última vez y el templo de Augusto, te queda, en el centro del triángulo, la librería Calders.
Allí presentaremos Los primeros días de Pompeya. Me acompañan Marc Caellas como maestro de ceremonias, y Rubén Ramos, miembro de Pompeia, con una propuesta creada a partir de su lectura de la novela. La breve pieza de piano y proyecciones se llamará Pompeia Soler.