Esta semana, en Barcelona, hay dos ciclos llegando a su fin que comparten una particular mirada al pasado y, al mismo tiempo, una decidida apuesta por la creación y los creadores del presente (un aspecto destacable que evita que echar la vista atrás se convierta simplemente en quedarse anclado en el pasado). Y, a pesar de sus múltiples diferencias (no sólo sobre las disciplinas que abordan: las artes en vivo en un caso y el cine de animación en otro) y del diferente origen e idiosincrasia de sus organizadores y de los espacios donde se desarrollan, no es lo único que comparten. Comparten también una cierta reivindicación (nada dogmática) de la creación y los creadores locales, en algunos casos pioneros que, quizá por el hecho de serlo, no han tenido el reconocimiento que han tenido, tienen o tendrán otros que han sacado, sacan o sacarán tajada de sus hallazgos. Y puntualizo que esa reivindicación no es nada dogmática porque mezcla al mismo nivel a creadores consagrados con otros que no han tenido esa suerte. Este tipo de extrañas coincidencias es lo que se le aparece a mi retorcida mente (por supuesto, no tenéis por qué compartir mis particulares conexiones mentales) cuando me pongo a pensar en estos dos ciclos: Hacer Historia(s), el ciclo de retro-performances organizado por La Poderosa en colaboración con el Antic Teatre y la Sala Hiroshima (jueves, sábado y domingo a las 21:00, en La Poderosa, Carrer de la Riereta 18), y Del trazo al píxel, más de cien años de animación española, que organiza el CCCB (de jueves a domingo de 19:00 a 20:30, Carrer de Montalegre 5) comisariado por Carolina López (y que pronto se podrá ver en La Casa Encendida). Por horario y ubicación (La Poderosa está a 5 minutos caminando del CCCB), los dos ciclos son perfectamente compatibles y combinables en este último tramo final.