Volvamos atrás en el tiempo. Más o menos diez días atras. Estoy escribiendo un incendiario post en mi habitación del hostal Santa Isabel de Madrid, en la calle del mismo nombre. He quedado en el Palentino, en Malasaña. Aviso de que llego tarde porque necesito expulsar ese post para ir con la mirada limpia a ver La abducción de Luis Guzmán al Teatro Lara. Le doy al botón de publicar, me pongo el jersey más gordo que tengo, gorro y guantes de lana, me envuelvo en un abrigo con capucha que me llega hasta los pies y salgo corriendo hacia Malasaña. Por si no ha quedado claro hace un frío tremendo para un aborigen mediterráneo asustado por el paisaje nevado que contemplaba el día anterior, quince minutos antes de llegar a Madrid, en el AVE. Atravieso como un rayo Atocha, Sol, Gran Vía, paso al lado del Home Burger de la calle Luna (precioso, buenas hamburguesas, abierto a casi cualquier hora), giro a la izquierda en la calle Pez y ahí está el Palentino, una institución madrileña.
Pido una caña y, por recomendación del amigo que me espera en ese bar, también un pepito de lomo, que dice que es lo que hay que pedir aquí. Necesito comer algo para que no me ataque el hambre luego, durante la representación: la cosa comienza a las diez de la noche, es lo que los del Lara llaman la programación off. Llegan más amigos. Se hace tarde. Corremos al teatro Lara a pedir las invitaciones que la compañía le ha dejado a mi amigo en taquilla. Una vez que me decido a pedir invitaciones al teatro en calidad de reportero y ni me contestan. Las entradas son caras: 12€ anticipada, 16€ en taquilla. A mi economía eso le parece caro. ¿Quién puede ir a menudo al teatro con esos precios? A pesar de eso las entradas están agotadas. La obra se vio hace unos meses en el festival Fringe, en Matadero, ha corrido la voz y la gente parece que quiere verla. No había ido en mi vida al teatro Lara. Hay un cartel enorme, fuera, de un espectáculo que se llama Burundanga. Un cartel de colores de esos que dan mucha grima. Me informan que Burundanga lo está petando.