Pablo Fidalgo Lareo, nacido en Vigo en 1984, ha escrito celebrados libros de poemas como «La educación física» (Pre-textos, 2010) o «Mis padres: Romeo y Julieta» (Pre-textos, 2013). Ha formado parte de la compañía La tristura desde el año 2004. Recientemente nos lo hemos encontrado colaborando como comisario independiente con el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (MARCO), donde desde este mes de octubre se puede ver Material Memoria, un ciclo de artes escénicas y cine comisariado por él que dio comienzo el 12 de octubre con el estreno de su performance «O estado salvaxe. Espanha 1939». En el ciclo, además de las intervenciones de Pablo Fidalgo, encontramos a El Conde de Torrefiel, Andrés Duque, Gastón Solnicki, Eloy Enciso, Rui Català£o, Patricia Caballero, Xurxo Chirro, Miguel Boneville, Claudia Dias, Ramiro Ledo, Lagartijas Tiradas al Sol, Nicolás Pereda, Olga Novo y Fon Román. Esta programación en un centro de arte de un territorio algo abandonado como es el gallego resulta realmente prometedora. Aunque, como me acostumbra a pasar, al aproximarme más al proyecto acabo descubriendo claroscuros que despiertan mi espíritu crítico tengo que reconocer que me descubro pensando que es casi un milagro que algo así suceda en algún lugar de la Península Ibérica.
He entrevistado a Pablo Fidalgo para que nos hable sobre este ciclo, aunque de paso he aprovechado para preguntarle por otros temas relacionados con su trabajo. El mismo entrevistado fue quien me propuso hacer esta entrevista, algo que me sorprendió por lo directo de la proposición pero a lo que accedí por varias razones. Una, personal, porque hace tiempo que ando dándole vueltas a la idea de jugar con el formato de la entrevista pero me estaba costando más de la cuenta dar el primer paso. Y dos porque, como he dicho ya, el ciclo me parece interesante, no parece gozar de mucha difusión y alguna gente cercana me preguntaba por lo que estaba sucediendo allí. La entrevista se realizó vía email, siguiendo la secuencia pregunta-respuesta. Me negué a enviar una lista de preguntas como sugería el entrevistado porque, aunque no tengo la costumbre de realizar entrevistas, me pareció un procedimiento frío y desmotivador. Si vamos a jugar una partidita al menos que haya un poco de ping-pong. Durante la entrevista me hice ciertas preguntas sobre lo que me parecía lícito y lo que no en una entrevista. Tengo que decir que he sufrido bastante intentando jugar lo mejor posible el papel de periodista que yo mismo me permito. La ventaja de tener un blog y ponerse a jugar a periodistas es que nadie te lo puede impedir ni nadie te dice lo que puedes o no puedes hacer. La desventaja es que no tienes a nadie a quien recurrir cuando las cosas se ponen complicadas. Cuando llega el caso suelo acabar llamando a un periodista de guardia que responde a mis dilemas por amistad. Se lo agradezco enormemente pero al final en esto siempre estás solo y eres tú el que pones la cara. En ciertos momentos de esta partida de ping-pong he sufrido como nunca esa soledad.
Un pensamiento sobre “Ping-pong con Pablo Fidalgo Lareo”
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