Vengo del tanatorio de Santa Coloma, de despedir a Mariano Marín, un tipo muy grande aunque hoy nadie le dedique toda la programación de Radio 3 ni salga en portada en EL PAIS. Y navegando me he encontrado con esta entrevista a Angélica Liddell en la que habla sobre la muerte, es un vídeo antiguo que ya había visto pero que me apetece compartir con vosotros porque con el contacto con la muerte me entran enormes ganas de vivir y se me quitan todas las tonterías. No creo que ocultar la muerte, apartarse de la muerte o no dejar que los niños entren en contacto con la muerte, sea un buen sistema. Me parece muy sospechoso que hayamos apartado la muerte de nuestra vida diaria. Muy sospechoso. Podemos estar contentos de estar vivos. Ponme una caña, por favor.