Recomiendo este magnífico curso organizado por el MACBA para los interesados en Cage y para los que no sepan nada o poco de él, no sólo por el tema del curso y por su precio (30 euros) sino porque quien ha asistido alguna vez a alguna conferencia o curso de Carmen Pardo sabe que esta mujer es de lo mejor y de lo más gustoso, sobre todo, si hablamos de Cage.
Fechas
20, 21, 27 y 28 de abril de 2009 a las 19h
Inscripción
A partir del 30 de marzo en la recepción del Museo (excepto los martes) y a partir del 3 de abril en www.macba.cat
Precio
Precio: 30 eur. Estudiantes y parados: 20 eur. Amigos del MACBA: gratuito. Auditorio MACBA. Aforo limitado
John Cage
Curso monográfico a cargo de Carmen Pardo
Este curso, vinculado a la exposición John Cage y el arte experimental. La anarquía del silencio que se inaugura en el MACBA en otoño de 2009, traza un recorrido completo por la trayectoria de John Cage: desde sus trabajos iniciales en los años treinta, en los que amplió los parámetros de la música de percusión con instrumentos poco convencionales, hasta su conocida concepción del silencio y sus innovadoras colaboraciones multimedia en los años ochenta. Asimismo, analiza la influencia de Cage en sus coetáneos y en artistas posteriores, así como las colaboraciones que realizó con Robert Rauschenberg y Merce Cunningham, entre otros.
Para dejar de ser sordo y ciego al mundo que me rodea
John Cage (1912-1992), artista singular –pintor, músico, pensador, micólogo e inventor– mostró que era posible aventurarse por los bosques de la música, que la transformación del pensamiento puede ser uno de los objetivos del arte y que entre la vida y el arte hay una continuidad. Para ello, empezó eliminando de su equipaje las ideas preconcebidas, el peso de la memoria y el lastre de unas emociones demasiado automatizadas, hasta convertirse en un pájaro. Desde esta mutación, John Cage nos invita a salir de la jaula, de cualquier jaula, para dejar de ser sordos y ciegos al mundo que nos rodea.
La primera jaula a dejar atrás es la que está formada por un entramado musical que hace del sonido una nota y de la armonía un muro. Cage propone otra definición de lo musical y dibuja sin cesar paisajes imaginarios para la música. A estos paisajes acudirán los instrumentos de percusión y su piano preparado, y en ellos también recalarán el silencio y todos los ruidos. A través del silencio, Cage prosigue ese paseo inédito que, con resonancias de budismo zen, transita por la nada-en-medio, el azar y la indeterminación.
En ese discurrir sobre nada, donde se ha impugnado todo límite, el pájaro ha salido, casi sin darse cuenta, de la segunda jaula: la que distingue entre vida y arte. Fuera respira en continuidad como en un happening, como en sus musicircus en los que la simultaneidad –como la vida misma– entra en escena.
Cuando se han borrado las fronteras entre el arte y la vida, es preciso plasmar el mismo gesto en la expresión del pensamiento, en la escritura misma. Para ello el artista recurre a tipografías diversas, como en Silence; crea sus mesostics o produce la ruptura entre significante y significado (Empty Words). Después de este paseo, en el que se ha pulverizado lo que se llamaba arte, es preciso salir de la última jaula, formada por los juicios de valor y atreverse a pensar de otro modo la acción social del arte y los nexos entre arte y política.
«I am for the birds, not the cages that people put them in.» John Cage
Carmen Pardo