En su blog de Teatron, Quim Pujol nos pone al día de lo que está pasando en el ciclo Radicals Lliure 2008. A la mañana siguiente de cada estreno ya podemos leer cómodamente en nuestras pantallas, como señores, la crítica de Quim. En mi humilde opinión, me parece que es necesaria una renovación enorme en el gremio de críticos de los medios de comunicación. Y sobre todo en los espectáculos de lo que a nosotros nos gusta llamar Teatron, una etiqueta que nos sirve para meter ahí a todo ese arte escénico fronterizo que nadie sabe aún muy bien cómo llamar y que otros llaman algo así como arte escénico multidisciplinar, por ejemplo. ¿Por qué será que, salvo contadísimas excepciones, cuando un crítico de teatro se pone a hablar de ese tipo de espectáculos me da la impresión de que vivimos en planetas diferentes? Por ejemplo, el famoso artículo de El País Semanal sobre el nuevo teatro. No es el caso de Quim Pujol, con el que a veces estoy de acuerdo y otras no (faltaría más) pero que me da la impresión de que vive en el mismo planeta que yo. Me parece estupendo que existan otras opiniones y también de otros planetas que el mío (faltaría más, de nuevo) pero lo que no puede ser (digo yo) es que no me sienta representado por nadie de los que escriben en periódicos o hacen reportajes por la tele (como la reportera que cubre los estrenos en La nit al dia (TV3), ¡madre mía!). Menos mal que nos queda Internet, ¡alabado sea el señor!
Críticas de Quim Pujol publicadas hasta el momento sobre los estrenos en Radicals Lliure:
Domini públic, Roger Bernat, Espai Lliure 10/4/2008
Trigger, Maria Stamenkovic + Guillaume Marie, Espai Lliure 11/04/08
El rei de la soletat, Xavi Bobés, Espai Lliure, 12/4/2008
Y una reflexión de Quim Pujol sobre el nuevo teatro o (propongo) llámalo Teatron: Ciclo Radicals LLiure, del 10 de abril al 4 de mayo del 2008
Actualización (20/4/2008):
Duques de Bergara unplugged, Sergi Fäustino, Espai Lliure, 18/4/2008
Marta Oliveres lo denomina las «artes vivas», expresión que copia de una revista francesa y que a mí me parece adecuada. Hablando con Sergi Fäustino le dije que me parecía que este teatro se diferenciaba por la honestidad, y él me contestó que Paco Morán es muy honesto. Tiene razón. Quizás lo que diferencia este tipo de trabajos es que intentan hacer evolucionar un lenguaje y un discurso, por eso son «artes vivas»; mientras que Paco Morán, al igual que Dios, ha muerto.
Debo puntualizar sin embargo que en mi texto no me refería a las «artes vivas» en general, sino a un género muy preciso dentro de las mismas, cuyo exponente más popular sería Rodrigo García.
Es difícil ponerse de acuerdo con las etiquetas. Además a mí no me gustan demasiado. Lo que pasa es que reconozco que de vez en cuando son útiles. Lo que me gusta de la etiqueta Teatron es que es muy abierta. Teatron, en su origen griego, quiere decir «lo que se mira» y también «el lugar desde donde se mira», así que ahí caben muchas cosas. Claro que en «artes vivas» aún parece que caben más, como mínimo todas las que no están muertas. Es cuestión de ir acotando.
ei rubén, ya te lo he dicho en directo pero te lo vuelvo a decir: bravo. qué bien expresas algo que hace tiempo sentimos unos cuantos. yo creo que el problema de los mundos radica en la formación. la mayoría de los críticos y críticas son filólogos, lo cual significa que -teóricamente- son personas cualificadas para dar una opinión con conocimiento de causa sobre un hecho teatral que se aborde desde un texto. ¿pero que pasa si el hecho teatral se aborda desde otro lado, como podría ser el cuerpo, el espacio, ideas o ciertas relaciones? Ahí podría radicar ese sentimiento de pertenecer a otro mundo.