Mi amigo Manu Estrada, a quien conozco de los tiempos de la instalación sonora que montamos en el CCCB, es capaz de traducir una imagen en música. Entonces podríamos traducir el código fuente, a ver cómo suena.

Joaquín tiene un antiguo profesor de Java amigo suyo que se dedica a analizar código para ver si está bien escrito y depurarlo. Se podría escuchar el código y decidir si suena chungo o no.

Me gustaría montar una conferencia chachi para mostrar diversos códigos en imagen, explicar para qué sirven o servían, si se utilizan o no, su historia, génesis, cómo han acabado, y su música, acompañado de fotos de dónde y cómo se creó.

El 1 de enero de 1999, a las 8 de la mañana, había que activar los cambios para el euro en las aplicaciones informáticas de un gran cliente de la multinacional en la que yo trabajaba. Este era el estado lamentable en el que me encontraba después de la fiesta de fin de año del día anterior. Aún se aprecia el sello de la discoteca en mi mano izquierda.

¿A qué suena ese código?

Pero el otro día, en la Barceloneta, otra vez delante del mar, a Manu se le ocurrió una gran idea. Podríamos crear una página web que transformase el código en música, utilizando básicamente unos cuantos patrones de transformación que crearíamos nosotros, con ayuda de MAX-SP. Por lo que yo sé, MAX-SP tiene una versión Java, así que seguramente podríamos instalarlo en un servidor y utilizarlo desde una aplicación web.

Se lo expliqué a Joaquín y me dijo que, para empezar, estaría bien coger un proyecto Open Source y transformar todo el código en sonido, a ver qué tal.

Estaría muy bien que los programadores del mundo pudiesen utilizar nuestro servicio para descubrir cómo suena su código.